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Escrito: En febrero de 1985.
Fuente: Izquierda Nacional (Argentina).
Digitalización: Izquierda Nacional (Argentina).
Esta Edición: Marxists Internet Archive, noviembre de 2002.
A continuación ofrecemos parte del reportaje a Jorge Abelardo Ramos efectuado por la revista Siete Días en febrero de 1985. Al debatir con Alvaro Alsogaray, Jorge Abelardo Ramos deja sentadas las posturas de la Izquierda Nacional a favor de un nacionalismo económico y contra el liberalismo y el neoliberalismo que llegaron a su apogeo, diez años después, bajo la presidencia de Carlos Menem, con el respaldo de la familia Alsogaray.
–Periodista: Señor Ramos: ¿el ingeniero Alsogaray y usted son meros adversarios políticos o son enemigos?
–JAR: Alsogaray es, a mi juicio, un representante de los intereses de las
grandes empresas multinacionales, que no son solamente succionadoras de las
riquezas de nuestro país sino de las del mundo entero.
–¿Martínez de Hoz era alumno de Alsogaray o eran condiscípulos de la misma escuelita?
–Seguramente ellos tendrán sus "diferencias personales", pero desde
el punto de vista del pueblo representaron intereses similares. Nosotros
tenemos una inmensa legión de "expertos en finanzas que no saben nada
de economía", y sólo tienen conocimiento de las "artes monetarias".
El liberalismo, que comenzó siendo hace 200 años la expresión de los sectores mundanos que querían abrir a la humanidad el camino del desarrollo de las fuerzas productivas, se transformó en el liberalismo imperialista que aplasta a los pueblos débiles. Y que goza del poder mundial hasta el extremo que ha arrojado la bomba atómica.
–Alsogaray insiste en que "no somos Tercer Mundo, somos país civilizado"
–Con esto Alsogaray pretende decir que los países del Tercer Mundo
son bárbaros. Es una actitud que comienza con Sarmiento y que continúa
en nuestra época con el prejuicio racista de considerar a los peronistas
como negros despreciables. Alsogaray cree que yo digo disparates. Es lógico.
Para los que colocan el dinero a intereses siderales, cualquier fórmula
que propugne que la economía argentina debe argentinizarse y que los
bancos y financieras deben estatizarse, es un disparate.
Lo que ocurre con los grandes defensores del imperialismo occidental, como Alsogaray, es que tienen un criterio hostil hacia los países que desarrollan formas defensivas contra su avance. Y la forma defensiva más elemental frente a los monopolios extranjeros es el desarrollo de las empresas del Estado (que muchas veces funcionan en forma ineficiente). Alsogaray no habla mal de la "patria financiera" porque él forma parte de ella, en tanto él defiende la orientación que privilegia el papel de la moneda con respecto a los recursos productivos. Algo tiene que ver el liberalismo desenfrenado con los resultados catastróficos que pregonan Alsogaray y los que pretenden la libertad absoluta del mercado.