De las
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976
Primera edición 1968
(3a impresión 1976)
Tomo II, págs. 401-404.
Digitalizado y preparado para el internet: Por el Movimiento
Popular Perú de Alemania, 1993.
Esta edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
VENCER EL PELIGRO DE CAPITULACION
Y ESFORZARSE POR UN CAMBIO
EN LA SITUACION[*]
28 de enero de 1940
El actual desarrollo de la situación confirma la justeza de las apreciaciones hechas en distintas ocasiones por el Comité Central. La línea de capitulación de los grandes terratenientes y la gran burguesía es contraria a la línea de resistencia armada del proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía urbana y la burguesía media, y las dos luchan entre sí. En el presente, ambas líneas existen simultáneamente y hay dos perspectivas posibles. Al respecto, todos los camaradas del Partido han de comprender que los serios casos de capitulación, anticomunismo y retroceso ocurridos en diferentes lugares no deben ser considerados como hechos aislados. Tenemos que darnos cuenta de su gravedad, combatirlos resueltamente y no dejarnos abrumar por su impacto. Si nos falta este espíritu y una política correcta para combatirlos firmemente, si dejamos que los recalcitrantes del Kuomintang continúen su "restricción militar y política del Partido Comunista" y no hacemos más que sujetar nuestro pensamiento al temor de la ruptura del frente único, entonces, se pondrá en riesgo la Guerra de Resistencia, se extenderán por todo el país la capitulación y el anticomunismo, y habrá un peligro real de rompimiento del frente único. Sin embargo, hay que tener plena conciencia de que en la actualidad, tanto dentro como fuera del país, existen muchas condiciones objetivas favorables a nuestra lucha por el mantenimiento de la resistencia, la unidad y el progreso. Por ejemplo, la política del Japón hacia China sigue siendo muy dura; además, es bien difícil convocar un Munich del Extremo Oriente porque no ha habido una reconcilia-
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ción real entre el Japón, de una parte, e Inglaterra, los Estados Unidos y Francia, de la otra, a pesar de cierta disminución de las contradicciones entre ellos, y porque la guerra en Europa ha debilitado la posición de Inglaterra y Francia en el Oriente; por último, la Unión Soviética ayuda activamente a China. Estas son las condiciones internacionales que hacen difícil que el Kuomintang capitule o entre en componendas, y desencadene una guerra anticomunista a escala nacional. En el país, el Partido Comunista, el VIII Ejército y el Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército se oponen decididamente a la capitulación y defienden con firmeza la política de resistencia y unidad; las clases intermedias también están en contra de la capitulación, y los capituladores y recalcitrantes, aunque en el poder, constituyen una minoría dentro del Kuomintang. Estas son las condiciones internas que hacen difícil que el Kuomintang capitule o entre en componendas, y desate una guerra anticomunista a escala nacional. En estas circunstancias, las tareas de nuestro Partido son: por un lado, responder resueltamente a las ofensivas militares y políticas de los capituladores y recalcitrantes, y por el otro, desarrollar activamente el frente único de todos los partidos, personal de gobierno, fuerzas armadas, población civil e intelectuales, y hacer todos los esfuerzos para ganarse a la mayoría del Kuomintang, a las capas intermedias y a nuestros simpatizantes en los ejércitos que luchan contra el Japón, para profundizar el movimiento de masas, ganarse a los intelectuales, consolidar las bases de apoyo antijaponesas, desarrollar las fuerzas armadas antijaponesas y los órganos del Poder antijaponés, consolidar el Partido y garantizar su progreso. Si realizamos simultáneamente estas tareas, podremos vencer el peligro de capitulación proveniente de los grandes terratenientes y la gran burguesía y conseguir un cambio en la situación. Por consiguiente, la orientación general de la actual política del Partido es luchar por este cambio y al mismo tiempo elevar la vigilancia contra una posible situación de emergencia (hasta ahora se trata de incidentes de carácter limitado y local).
Ahora, cuando Wang Ching-wei ha anunciado su pacto vendepatria[1] y Chiang Kai-shek ha publicado su mensaje a la nación, está fuera de toda duda que la agitación en favor de la paz sufrirá un revés y crecerán las fuerzas de la resistencia; por otra parte, continuará la "restricción militar y política del Partido Comunista", ocurrirán más incidentes locales, y es posible que el Kuomintang haga hincapié en su llamada "unificación contra el enemigo extranjero" con el fin de atacarnos. La razón de todo esto es que las fuerzas de la resistencia
Se ha programado para el 1.ƒ de febrero una concentración de masas en Yenán con el objeto de denunciar el pacto vendepatria de Wang Ching-wei. Junto con todos los sectores de la población y con los militantes antijaponeses del Kuomintang, debemos organizar similares concentraciones de masas en todas las regiones, a comienzos
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o mediados de febrero, a fin de levantar una marea de amplitud
nacional contra la capitulación, contra los colaboracionistas y
contra los "roces".
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[1]A fines de 1939, Wang Ching-wei firmó con los invasores japoneses un pacto secreto de traición, llamado Programa para el Reajuste de las Relaciones Chino-Japonesas. Su principal contenido era: