Archivo Marx/Engels | Indice de la Correspondencia |
Primera edición: La colección de la correspondencia de Marx y Engels se publicó por vez primera en alemán en 1934 a cargo del
Instituto Marx-Engels-Lenin de Leningrado. La segunda edición, ampliada, se realizó en inglés en
1936.
Fuente de la versión castellana de la presente carta: C. Marx & F. Engels, Correspondencia, Ediciones Política, La Habana, s.f.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 2010.
Ryde, lro de julio de 1891
ESTOY muy disgustado con el libro de Barth. Había esperado algo bastante menos superficial y apresurado. Un hombre que juzga a todo filósofo, no por la parte perdurable y progresista de su obra, sino por lo que es necesariamente transitorio y reaccionario —por el sistema— habría hecho mejor en callarse. En efecto, según él, toda la historia de la filosofía no es más que una pila de “ruinas” de sistemas desmoronados. ¡Cuánto más alto está Hegel que esta pretendida crítica de él! Y luego, ¡imaginarse que critica a Hegel porque aquí y allí descubre alguna de las falsas conexiones que Hegel, como cualquier otro sistemático, desliza para lograr construir netamente su sistema! ¡El colosal descubrimiento de que a veces Hegel no diferencia entre opuestos contrarios y contradictorios! Podría mostrarle algunas otras mañas muy diferentes de esas, si valiese la pena. El hombre es lo que en el Rin llamamos Korinthenscheisser —todo lo torna basura menuda— y mientras no se libre de ese hábito, “irá desde la nada a través de la nada hacia la nada”, para emplear el lenguaje de Hegel.
Su crítica de Marx es realmente graciosa. Primero se confecciona para su uso una teoría materialista de la historia, la que, en su opinión, se supone haya sostenido Marx, y luego halla algo muy diferente en las obras de Marx. Pero de esto no concluye que él, Barth, haya deslizado en Marx algo tergiversado: ¡no, por el contrario, Marx se contradice y no sabe aplicar su propia teoría! “¡Si la gente sólo supiera leer!” como acostumbraba a exclamar Marx frente a críticas de esta clase.
Aquí no he conseguido el libro; si tuviese tiempo le mostraría a usted, uno por uno centenares más de absurdos. Es una pena; se ve que el hombre podría hacer algo si no fuese tan apresurado en sus juicios. Es de esperar que pronto escriba algo que sea más atacado; una buena dosis de palos le haría mucho bien.