Rosa Luxemburgo

Carta a Dittman Sobre la escuela del partido

 


Escrito: en 1911

Fuente de esta Edicion: el texto tomado del MIA.org, frances.

Traduccion: Carlos Guerrero, con cuyo permiso aparece aqui.

Trascripcion/html: Rodrigo Cisterna, abril de 2014.


 

"Querido camarada Dittman,

Perdóneme por no darle hasta hoy la información que usted me solicitó acerca de nuestra escuela del partido. Yo estaba muy ocupada y no tenía ningún momento de libertad.

Si usted desea mi punto de vista, creo que la organización de la enseñanza en la escuela del partido ha sea probado perfectamente, se debería, sin embargo, según yo, aún mejorar el programa. Estoy muy contenta de que hayamos conseguido, el camarada Schulz y yo introducir finalmente la historia del socialismo internacional[*], en la actualidad esto es en lo que estoy trabajando- y hasta he demandado en la última reunión los profesores y la dirección del partido que se ponga a parte en el programa, la historia del movimiento sindical y su situación en diferentes países.

Yo estimo que es extremadamente importante y también necesario como la historia del socialismo. Bebel ha apoyado totalmente esta sugerencia, y no se trata más que de saber cuándo tendremos posibilidad práctica de realizar este proyecto. Es necesario, en efecto, tener en cuenta el tiempo disponible por parte de los estudiantes y su capacidad de trabajo. La forma en la cual la enseñanza se organiza ahora corresponde a mí parecer a todas las exigencias de la pedagogía. Nosotros tenemos en cada ciclo una treintena de estudiantes, durante tres años, de estos diez lugares se han reservados para los sindicatos, pero, por desgracia, sólo el sindicato de mineros y de construcción los han ocupado: ellos nos envían dos alumnos por sesión. Otros sindicatos, como los trabajadores del acero, boicotean la escuela del partido, lo cual es desafortunado para ellos y para nosotros.

La enseñanza no comprende por un día más que dos temas, a veces tres, para cuales están previstas dos horas seguidas (interrumpidas por mí por una pausa de un cuarto de hora). De hecho, sólo por la mañana, de las 8 a las 12, se dedica a la enseñanza. Por la tarde solo se enseña materias fáciles, poco extenuantes, ejercicios de estilo, el ejercicio oratorios o ciencias exactas. Nuestro ideal sería dejar la tarde completamente libre (incluso cuando no hay cursos por la tarde general terminan a las tres o cuatro horas), debido a que los estudiantes deben tener la tarde y noche libres para trabajar en casa. Si no tienen esta oportunidad de profundizar en su casa lo que se le ha sido enseñado por la mañana, de revisar sus notas, si ellos no leen los libros o folletos correspondientes, toda la enseñanza es absolutamente sin valor, inútil. Se debería pensar en la escuela de los sindicatos. ¿Conoce la organización de la escuela de los sindicatos? Me parece que es completamente inconcebible, como gente tan práctica[**] puede lanzar su tiempo y dinero por la ventana. En primer lugar, allí el ciclo completo de los cursos dura seis semanas (¡Mientras que nosotros en seis meses a penas podemos impartirles algo bueno a los alumnos!) Luego, en cada curso están amontonados aproximadamente de 60 a 70 alumnos, por lo que ni pensar en una discusión con el maestro, con un tratamiento profundo de la materia planteando cuestiones que sucinten una discusión general. Pero además, en el programa de cada día, cinco maestros diferentes imparten cinco asignaturas una tras otra, disponiendo cada un de sólo una hora (solamente una asignatura al día tiene de 3 a 5, dos horas disponibles). Así se suceden unas tras otras las asignaturas, sin que los alumnos tengan tiempo de reflexionar. Y las clases están organizadas de tal manera, que -de 9 de la mañana a 6 de la tarde- toman toda la mañana y toda la tarde. ¿Dónde está el tiempo para que los alumnos aprendan algo por si mismos, lean reflexiones y asimilen lo escuchado? (por supuesto, en la pausa del medio día, de las 12 a las 15 horas, no se trabaja naturalmente pues el almuerzo toma su tiempo y el resto necesariamente se pierde) por la noche hasta que llegan a casa y comen algo, dan las 19 o las 20 horas, entonces están cansados, y a los alumnos no les queda otra cosa, que irse a algún "local" a retomar fuerzas, ¡lo cual evidentemente no debe contribuir profundizar mucho sus conocimientos y a preparar felizmente en el trabajo para la mañana siguiente¡. Entonces surge algo más: desde principios de septiembre a principios de abril -mientras nosotros hacemos un curso- los maestros de la escuela sindical imparten uno tras otro cuatros cursos, en los cuales forzosamente tienen que repetir, una y otra vez, ¡cuatro veces lo mismo! Por mi parte, siempre después de un fin de curso difícil, el semestre de verano queda libre y es verdaderamente una absolución, pues uno no quiere siempre simplemente repetir, uno desea recoger materiales frescos para cada nuevo curso, ampliarlos, aportar cambios, y mejorar. Al fin sencillamente no me puedo imaginar, como un para maestro su propia clase no se convierte en un asco, cuando en un plazo de 7 meses tiene que dar a la carrera cuatro veces lo mismo; aun con la mejor voluntad del mundo, uno se convierte en un fonógrafo. Así parece que todo esta organizado para dificultarles tanto a los maestros, como a los alumnos, toda felicidad en el trabajo y para disminuir su capacidad de rendimiento. Como podrá ver, yo considero todo esto desde un punto de vista exclusivamente pedagógico, por lo tanto, no he mencionado ni una sola vez, que maestros de las asignaturas más importantes son Bernstein, Schippel, Bernard, Calwer[***] ¡precisamente asegurando el cartel en curso!

La orientación de los maestros es cuestión de convicción; pero la organización de la enseñanza es cuestión de una pedagogía racional, y sobre este punto toda la escuela de los sindicatos es misterio. ¿Acaso en esto los "doctrinarios" y los "teóricos" no se revelan de nuevo más prácticos que los supuestos "hombres prácticos"?."

Sin embargo, nosotros también en la escuela del partido, debemos hacer mejoras y desarrollar las cosas. Al final de cada ciclo se espera repetir el voto, ya sea para continuar y prolongarlo, o para establecer un curso de perfeccionamiento. Yo prefiero la segunda solución, que podría ser aprobado sin costo adicional para el partido[****]. Pero, por supuesto, en la actualidad, las elecciones al Reichstag han pasado a primer plano y no hay tiempo para los proyectos de reforma. Yo también espero que este año la escuela reanude sus actividades -así lo espero, porque todavía me gustaría trabajar en invierno para mí.

¿Cómo le va a usted y su esposa? Su carta me dio gran placer. Y gracias por el informe. En mi próxima carta le enviare los materiales sobre el liberalismo. Puedo hablar con Ros. [*****]) hoy o mañana.●

Mientras tanto, los mejores deseos.

Suya R. Luxemburgo

 


Notas

[*] Véase a este respecto la carta Kostya Zetkin 09 1909.

[**] Alusión a los reformistas que afirmaban ser gente practica y ignorando o despreciando la teoría. Además, la escuela del partido fue objeto de severas críticas de los revisionistas, especialmente Eisner, en el congreso del SPD en Nuremberg en septiembre de 1908. La escuela de los sindicatos fue fundada al mismo tiempo que la del partido y fue dominada por profesores reformistas y revisionista, mientras que los de la escuela del partido eran en su mayoría radicales.

[***] Los revisionistas en torno a Bernstein, eran colaboradores de la revista Sozialistische Manitshefte.

[****] Rosa Luxemburgo escribió esta carta a Dittmann -como se desprende de otra carta inédita a Dittmann del 09 de junio 1909- para que pudiera él tomar una posición sobre el tema. En la medida en que nadie lo había hecho, ella escribió un artículo sobre lo mismo: "La escuela de los sindicatos y de la escuela del partido" en Leipziger Volkszeitung, el 21 de junio de 1911, que fue parte de la polémica con los revisionistas en el inicio del Congreso de Nuremberg.

[*****] Probablemente Kurt Rosenfeld