Escrito: 22 de enero
de 1908. Enviada de Ginebra a Petersburgo.
Publicado por primera vez: En 1929 en la revista
Proletárskaia Revoliutsia, núm. 4.
Fuente del texto: Editorial Akal, Obras
Completas, Tomo 41.
Preparado para el MIA: Rodrigo Cisterna, octubre de
2016
22.1.1908.
Querida mamita: Recibí hoy la carta tuya y de Manía, y me apresuro a contestarla. Me causó gran alegría tener, por fin, noticias directas de ustedes: no recibí ninguna de las cartas anteriores de Maniasha. Fue una gran incomodidad tener que recurrir a otras personas para que nos enviaran las cartas hasta nuestra llegada a Ginebra.
Nos ha intranquilizado mucho la fuerte gripe de Aniuta. Sin duda la casa en que viven es mala (Nadia dice que es húmeda), y a eso -se debe semejante complicación. ¿Están todos bien ahora? ¿Y Mitia?
¿Ha vuelto a marcharse a su empleo?
Nosotros estamos instalándonos poco a poco, y finalmente no estaremos peor que antes. Lo único desagradable fue el período del traslado, porque era un cambio de mejor a peor. Pero eso era inevitable. Con respecto a lo de Capri, al llegar me encontré con una carta de Gorki, en la que me insiste que vaya. Tanto Nadia como yo estamos decididos a aceptar la invitación y viajar a Italia (según escriben los Gorki, ahora en Capri florecen los narcisos), pero no podemos hacer el viaje hasta más adelante. Primero tenemos que dejar arreglados todos los asuntos, y entonces tendremos tiempo para pasear.
Ayer o anteayer escribí a Maniasha, haciéndole otro pedido de libros. ¿No la molesto en exceso con tantos pedidos?
Te abrazo fuertemente, querida mía, y te deseo salud. Saludos míos y de Nadia para todos.
Tuyo, V. Uliánov
Queridos míos: ¡Qué mal rato deben haber pasado con esa maldita gripe! ¿No creen que se debe a la humedad de la casa? Menos mal que ya están reponiéndose. Los beso a todos fuertemente, les deseo que se restablezcan pronto y que recuperen completamente sus energías.
De ustedes, Nadia