Escrito: 8 de enero de
1904. Enviada de Ginebra a Kíev.
Publicado por primera vez: En 1929 en la revista
Proletárskaia Revoliutsia, núm. 4.
Fuente del texto: Editorial Akal, Obras
Completas, Tomo 41.
Preparado para el MIA: Rodrigo Cisterna, septiembre
de 2016
8/1.1904.
Querida mamita:
Olvidé contestarle a Maniasha con respecto a los 150 rublos sobre los que me preguntaba. Por ahora más vale que los tengan ustedes. Lo único que les pido es que utilicen una parte para comprarme unos cuantos libros. Ya les escribí sobre el diccionario ruso-francés.
Quiero agregar:
Séchenov: Elementos del pensamiento (recién publicado). Hace pocos días, con Nadia y un amigo [1], hicimos un magnífico paseo hasta el Saléve. Abajo, en Ginebra, todo era oscuridad y niebla, pero sobre la montaña (cerca de 1.200 metros sobre el nivel del mar), un sol magnífico, nieve, esquíes, igual que un buen día de invierno en Rusia. Y al pie de la montaña, la mer du brouittard , un verdadero mar de niebla, y nubes, a través de las cuales no se veía nada; sólo se dibujaban las montañas, y aun eso, únicamente las más altas. Hasta el pequeño Saléve (900 metros) estaba envuelto en niebla. Hemos comenzado a conocer Suiza y sus paisajes. Para la primavera proyectamos hacer una larga excursión a pie.
Te abrazo fuertemente, querida mía. ¿Cómo andas de salud? ¿Cómo estás?
Enviada de Ginebra a Kíev.
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[1] Se refiere a F. V. Léngnik. (Ed.)