Volver al Indice del Archivo


Enver Hoxha


Carta al camarada Hysni Kapo

 



Redactado: Por Enver Hoxha, el 30 de julio de 1978, en respuesta a una carta dirigida por Hysni a Hoxha y al Comité Central del Partido del Trabajo de Albania. La correspondencia se desarrolló en el contexto del 5to Pleno del 7mo Comité Central del PTA, al cual Kapo no pudo asistir por un ataque al corazón.
Historial de Publicación: El texto de esta carta de Hoxha a Kapo se publicó por primera vez en Zeri i popullit, el 4 de diciembre de 1980. La carta fue luego exhibida en el Museo “Hysni Kapo” ubicado en Tërbaça, aldea natal de Kapo.
Primera edición electrónica en castellano: En "Carta de Enver Hoxha a Hysni Kapo", en Tiempos Rojos, 26 diciembre 2014. La traducción es de Tiempos Rojos, con cuyo permiso aparece aqui.
Preparado para marxists.org: Por Juan Fajardo, septiembre 2016.



 

Querido camarada Hysni,

La carta que me enviaste, en la que escribes que te sientes mejor, que ya estás realizando paseos por el jardín y en los parques del palacio y que visitarás mañana la playa de Durres, me ha hecho muy feliz.

Está claro que todo es posible, es alcanzable con bastante paciencia y fuerza de voluntad.

Por lo tanto nos liberamos del problema que tu enfermedad causó en ti, así como en nosotros, tus camaradas, y en todo el Partido. Retornarás lleno de salud y vitalidad al partido y a su liderazgo, que siempre ha necesitado y todavía necesita tus pensamientos y directrices.

El Partido Comunista de China y especialmente Mao Zedong, quien fue un utópico e idealista soñador sin educación general (aparte de aquella sobre la antigua China), siguieron el desarrollo de la historia humana como diletantes xenófobos. Sus principios ideológicos, políticos y organizativos, especialmente desde la fundación del Partido Comunista, son demostrativamente pragmáticos y enfocados exclusivamente en los intereses de China, cuyo evidente objetivo era la transformación “eterna” de China en una superpotencia que controlase el mundo, dictase la leyes, impóngase su propia cultura y su propia voluntad sobre los demás.

En el análisis que hemos realizado de sus acciones encontramos esta ideología china, vimos y todavía vemos que su forma de organización y su esquema de operación se centran en esta ideología, que desean hacer “universal”.

La figura de Mao Zedong ha sido alzada de tal manera que ha alcanzado las dimensiones de un emperador chino. Y, en efecto, este emperador moderno actúa omnipotentemente sobre sus cortesanos, que han creado una extensa y terrible burocracia en la que se realizan las “brillantes ideas” del “Gran Timonel”. Él utilizó el Partido Comunista como un escalón y ha estado haciendo siempre lo que le da la gana, cuando creía que era “razonable”; según el desarrollo “dialéctico” de las “contradicciones”, vistas de la perspectiva del taoísmo, él hace a la gente bajar del poder, ataca al partido y lo liquida, comienza una “revolución” y equilibra el poder de los cortesanos. Explica todo esto con frases supuestamente revolucionarias cuando no son más que acciones más “cultivadas” que la que realizan el emperador Bokassa, el Sha de Irán o el Rey de Nepal, a quienes Mao estimaba tanto, a quienes acogió y acompañó, no sólo por intereses materiales, tales como la esperanza de obtener ventajas políticas y convertirlos en satélites chinos, sino también porque la filosofía de Mao coincidía completamente con la de ellos.

En esas condiciones y siguiendo esas concepciones el Partido Comunista de China no podía ser un partido marxista-leninista. La filosofía que siguió era idealista, burguesa y reaccionaria porque la propia China, la sociedad de allí, permaneció siendo a pesar de la revolución democrático-burguesa una sociedad cerrada con una vieja fe y mentalidades anticuadas, dominada por el misticismo y una esencia arcaica, adhiriéndose sólo en apariencia a principios organizativos filosóficos y estatales desarrollados. Vemos esto en la construcción y la estructura del estado, vemos esto en el desarrollo económico, en la construcción del sistema educativo y cultural, en la estructura del ejército, etc. Todo esto lleva el sello específico chino, comenzando por la ideología y la literatura hasta los consignas.

Las consignas provienen de una fuente y cada persona en China, desde el más pequeño al más grande, tiene que repetirlas, sin desviarse un sólo milímetro de ellos. Esta fue una lucha para adormecer el pensamiento creativo, que oprimió cada forma de democracia, no fue nada más que el culto al “Timonel” y el reino de la burocracia. Una ideología tan aberrante tiene que sufrir fracasos en ciertos momentos y realmente los sufrió. Mao Zedong predicó acerca de estos, llamándolos “revoluciones y contrarrevoluciones” que periódicamente reaparecen cada siete años.

No hay que ver a Mao Zedong como un “profeta” de la revolución, sino como un “profeta de la contrarrevolución”. El representó el tipo anarquista en cuya sangre corre la confusión, el caos, la socavación de la dictadura del proletariado y el socialismo, pero bajo la condición de que esta anarquía permanente fuera dirigida por él o por su típica ideología chino-anarquista. Mao Zedong es un Bakunin chino. La Revolución Cultural fue una expresión de las ideas y las acciones de este Bakunin chino.

El caos que resultó en China gracias a esta línea antimarxista, traidora de Mao Zedong y sus cortesanos, un caos lleno de fracasos en la política, ideología y economía, fueron combatidos por el “Gran Timonel” a través de la anarquía de la revolución cultural.

Esta revolución anarquista salvó el absoluto dominio maoísta, pero llevaba a su vez el riesgo de minarlo. El “prestigio” del “Timonel” tuvo que ser salvado, no se permitió que la anarquía derribara los mitos, por lo que se tomaron medidas militares. La esencia de la burocracia, con el cortesano Zhou Enlai-Confucio a la cabeza, fue conservada y los supuestos elementos “revolucionarios” “más jóvenes” se integraron en las tareas de agitación y propaganda, en quienes el “Timonel” había confiado la tarea de pintar la anarquía como una “revolución dentro de la revolución”, gracias a la cual la presunta burguesía que se había infiltrado en el partido sería supuestamente eliminada. Pero de hecho no existía ningún partido, tan sólo existía la burguesía, existían clanes y fracciones que luchaban por el poder. Esta fue la trotskista “revolución permanente”, liderada por Mao Zedong-Trotsky.

La llamada “Banda de los Cuatro” actuó según los consejos de Mao. En él encontraron un punto de apoyo, ellos vivieron tanto tiempo como una flor de verano, sólo que esta “flor” era fétida y venenosa, como todas los demás “flores y escuelas” que florecieron en China y todavía florecen.

La “Banda de los Cuatro” fue un grupo de megalómanos, ambiciosos, intrigantes charlatanes carentes de principios, al igual que las otras fracciones de la burguesía que nadaban en el pantano. Pero éstas últimas controlaban el “pantano”, mientras que la “Banda de los Cuatro” sólo tenía la “llave del pajar”, ellos no emprendieron la menor acción organizativa, gubernamental o económica. Sólo escribieron artículos y organizaron espectáculos del ballet. Eran personas sospechosas como todas los demás. Flotaban como los pensamientos de Mao, mientras la fracción de Zhou, Deng y Ye trabajaba sistemáticamente para asumir el poder. La “Banda de los Cuatro” creía que con palabras altisonantes atraerían a millones bajo la “bandera de Mao”. Pero el temporalmente “derrocado” Deng fue capaz de reunir un millón en la plaza Tian’anmen que vociferaron contra la “Banda de los Cuatro”. Más tarde la “Banda de los Cuatro” movilizó un millón contra Deng. Estas eran las mismas personas que clamaron tanto para uno como para el otro. Deng llegó al poder, un millón apareció y clamó por Deng, estos fueron los mismos que antes habían vociferado contra él. Este es el “espejo” amargo y oscuro del pensamiento de Mao Zedong.

El mundo burgués llamó a la “Banda de los Cuatro” radicales. Si lo desean, también pueden añadir el término “socialista” y llamarlos “socialistas radicales”. Pero aquellos cuatro no eran ni radicales, ni socialistas. Antes existía un fuerte partido burgués en Francia que se autodenominaba socialista radical que fue conducido por la burguesía y por extraordinarios políticos y literatos como Herriot, Daladier y otros. Pero este partido, que sufrió una derrota total, dejó algunas marcas; sin embargo, los cuatro “radicales” desaparecieron sin dejar rastro, tal y como murió el pensamiento de Mao Zedong.

La reacción negra de Hua Guofeng y Deng Xiaoping que ha usurpado el poder, resultará en una lucha por el poder para establecer una dictadura fascista. Habrá una lucha por la hegemonía mundial. La estrategia que persiguen es lógica. Las alianzas con el imperialismo americano y la reacción mundial son lógicas y normales. Los antagonismos y el estallido de guerras de rapiña que resultarán de esta comunión de bandidos, son igualmente normales.

Los análisis que realizamos sobre los revisionistas chinos, son generalmente exactos, objetivos, a la luz del marxismo-leninismo.

El maoísmo como teoría antimarxista está muriendo. Sufrirá el mismo destino que las otras teorías inventadas por el capitalismo mundial, por el imperialismo en descomposición.

La actual pandilla dirigente de China y las demás que definitivamente la seguirán como resultado de las luchas internas entre fracciones por el poder se servirán del maoísmo, usándolo como un cadáver anti-histórico, en torno al que construirán sin escrúpulos ni vergüenza un potente estado chino imperialista, en la unidad o en la divergencia con los otros imperialistas y por la supresión de los pueblos que anhelan su liberación, independencia y el socialismo y que luchan por ello.

Cada medio deshonesto es lo suficientemente bueno para los revisionistas chinos, al igual que lo son para sus amigos, los imperialistas norteamericanos, soviéticos y otros.

Nuestra justa lucha será larga y difícil, al mismo tiempo debemos mantener fuerte el partido en la unidad revolucionaria militante, debemos mantenerlo como el acero en todo momento, diariamente en las luchas políticas, ideológicas y económicas constantes, agudizar su vigilancia al máximo de manera que sea amado por el pueblo y permanezca ligado con él como carne y hueso, por medio de una democracia proletaria que se encuentra muy lejos de toda forma de oportunismo, sectarismo y ruinosa burocracia. La correcta línea marxista-leninista de nuestro partido, no sólo hoy, sino también en el futuro, contará con el apoyo de los revolucionarios marxista-leninistas de todo el mundo, será apoyada por el proletariado mundial y por los pueblos. La vida cotidiana, llena de lucha de nuestro partido lo confirma.

La camarilla fascista-revisionista de china no dejará piedra sin mover para poner contra nosotros al pueblo chino a través de la propaganda y otros medios, y engañar la opinión pública mundial. Sin embargo, no serán capaces de “engañar a todos a la vez”.

Terribles olas han azotado al pueblo chino y continuarán haciéndolo, pero llegará el día en el que la teoría de Marx, Engels, Lenin y Stalin triunfará. Las actuales y futuras generaciones en China comprenderán esto y dirán: “El Partido del Trabajo de Albania ha abierto nuestros ojos, ha actuado correctamente, ha desenmascarado el Pensamiento de Mao Zedong, porque él [el PTA] estaba por la revolución proletaria en China, quiso disipar los devastadores mitos que se crearon en China y que dificultaron la felicidad de este gran pueblo que desea vivir en el auténtico socialismo”.

Nuestra victoriosa lucha continúa, querido camarada Hysni, por eso reponte pronto, pasa unas agradables y tranquilas vacaciones, de modo que nos sintamos más fuertes – tan fuertes como el acero- en las batallas que tenemos por delante.

Te abrazo y te beso con mucho anhelo.

 

Enver

Pogradec

30 de julio de 1978